Es imprescindible saber la procedencia del tráfico que llega a un portal web para saber si las estrategias emprendidas funcionan
El principal objetivo de las empresas que están en internet es traducir las visitas en su página web en dinero, es decir, en ventas de sus productos o contratación de sus servicios. Sin embargo, el primer paso antes de transformar esas visitas en beneficio es atraer el tráfico hasta el sitio web de la propia empresa.
La herramienta de Google, Google Analytics, permite hacer un seguimiento a través de diferentes ítems para saber la procedencia de las visitas. Si no se sabe de dónde viene el tráfico a nuestra página web, ¿cómo sabemos las estrategias que están funcionando y las que no? En este sentido, es necesario entender las divergencias entre el tráfico directo, orgánico y social, que nos establecen las diferentes vías más recurrentes mediante las cuales llegan los usuarios a un portal.
En primer lugar tenemos el tráfico directo, que hace referencia a las visitas que llegan a una página web desde la barra del navegador, es decir, tras haber escrito la URL. Los usuarios conocen el dominio por lo que acceden motu proprio a la web. No obstante, esta clase de tráfico es un arma de doble filo: si es alto este índice, puede ser indicativo de éxito porque la marca es conocida y también que la compañía está atrayendo a pocos usuarios nuevos.
Existen dos tipos de tráfico de búsqueda: tráfico orgánico y tráfico de pago. El tráfico orgánico se obtiene de los resultados de Google u otros buscadores. Es buena señal tener un número alto de visitas a través de los motores de búsqueda, pues es revelador de estrategias de posicionamiento y técnicas SEO eficientes. El tráfico de pago, en cambio, solo aparece cuando se ha llevado a cabo alguna campaña de Google Ads (SEM) o ADS.
El tráfico social es el que cada vez está cobrando más importancia. Se refiere a las visitas que provienen de las redes sociales, gracias a las acciones que se emprenden o el contenido que se genera en las mismas. Está englobado dentro del tráfico de referencia que, en definitiva, recoge las visitas a través de enlaces en otros sites.
Finalmente, el tráfico de campañas está relacionado con las acciones de marketing online: publicidad en redes sociales, banners en otros sitios web o enlaces etiquetados con sus utms.