Netflix, Narcos y la publicidad

Mientras los expertos se plantean si el boom seriéfilo es asumible por los espectadores o si tiene fecha caducidad, grandes ficciones televisivas se siguen estrenando buscando mediante la publicidad repercusión mediática.

Este 1 septiembre le tocó el turno a la tercera temporada de Narcos. Netflix liberó todos los capítulos acompañados, como siempre, de un trabajo publicitario tan controvertido como ingenioso y exitoso. A finales de agosto, la puerta del Sol de Madrid amaneció con una nueva lona publicitaria que cubrió una fachada por completo. El anuncio simulaba una aplicación de mensajería instantánea en la que se podía leer “Sé fuerte. Vuelve Narcos”, una clara alusión a una polémica del Gobierno español en 2013.

DAVID CASTRO

La plataforma online consiguió su objetivo: el anuncio se viralizó en las redes sociales y los medios de comunicación se hicieron eco de las sensaciones que despertaron. Tal vez, la reacción más ingeniosa fue la del community manager de la Policía Nacional, que aprovechó la ocasión para pedir la colaboración ciudadana en las operaciones antidroga.

La última acción para promocionar la famosa serie tuvo lugar en París. Las marquesinas de la ciudad se transformaron en relojes de arena para realizar la cuenta atrás de 48 horas antes del estreno de la última temporada. Aunque eso no es todo. La arena simulaba ser cocaína, posiblemente el elemento más simbólico de Narcos.

Estas campañas publicitarias llegan nueve meses después del último anuncio de la serie, también en Plaza de Sol, que provocó que la Embajada de Colombia pidiera su retirada. Otro juego de palabras y el mismo objeto de referencia: la droga que convirtió a Pablo Escobar en el traficante más famoso.

Es indiscutible que Netflix y Narcos han encontrado la fórmula para promocionar sus contenidos: ingenio, sencillez y polémica. La repercusión mediática es más que evidente. La estrategia de marketing, desde el punto de vista publicitario, ha sabido utilizar bien el sentido del humor y la ironía. Incluso con un tema tan delicado como las drogas. Los límites en estos casos los establece cada uno. Lo que es de mal gusto responde a criterios muy particulares. Así pues, ¿a ti qué te parecen estos anuncios?

Vía | La criatura creativa

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